Este cambio se debe poner en práctica a principios de 2016. Después de las denuncias de algunos usuarios, Microsoft confirma haber pulsado el botón. En Windows Update, Windows 10 aparece ahora como una actualización recomendada.
La consecuencia es que, para la mayoría de los usuarios de Windows 7 y 8.1, los archivos de Windows 10 se descargarán automáticamente cuando la configuración por defecto es la de las actualizaciones automáticas.
La instalación de Windows 10 gracias a los archivos precargados requiere la aprobación del usuario. Esto plantea una preocupación para las personas que no serán capaces de bloquear la llegada de archivos de gran tamaño, a no ser que quieran desactivar las actualizaciones automáticas en Windows… cosa que no se recomienda. Si es necesario, se tienen que comprobar manualmente los parches a aplicar.
«Como lo compartimos en octubre pasado en el blog de Windows, nos comprometemos a facilitar la actualización a Windows 10 para nuestros clientes de Windows 7 y Windows 8.1. Hemos actualizado nuestra experiencia para ayudar a nuestros clientes que previamente habían reservado su actualización, para establecer una fecha para la ejecución de su actualización». Declara un portavoz de Microsoft en ZDNet.